Siente la caza.

Siente la rabia que corre por mi cuerpo, la presión de la sangre que ahoga mis venas, bailando al son de un latido demasiado rápido, causado por un corazón cegado por el dolor y el resentimiento. Siente mis venas hinchándose. La euforia, la rabia, la adrenalina que siento cuando se que voy a matar.
Siente la rapidez de mis piernas corriendo por el bosque, siguiéndola a ella, a mi presa, que se siente asustada, perdida, muerta. Siente esa presencia tras ella, que se acerca mas y mas, cada vez mas rápido, mas veloz, mas furiosa. Siente que paro. Se gira, observa, otea entre los oscuros árboles y ve que no estoy. Se pone más nerviosa, gira sobre si misma intentando captar un movimiento, una sombra, algo que le indique donde estoy. Siente que no he desaparecido, que sigo allí, amenazándola, invadiendo su corazón de terror. Y yo la observo desde las alturas, divertido, sintiendo el ansia de la caza, deseando saborear su sangre en mis labios, oír sus gritos, sentir los últimos movimientos de un cuerpo moribundo.
Me abalanzo sobre ella. Caigo silenciosamente desde el cielo al que me han catapultado mis piernas. Abro los brazos, planeo en silencio, saco las uñas, estiro las manos. Ella presiente que me acerco. Levanta la cabeza atemorizada. Sus ojos me miran bañados en terror. Intenta gritar pero no puede. Llora. No se puede mover, no puede escapar. Siente la luna tras de mi, iluminando un cuerpo humano y no humano al mismo tiempo. Siente la luna que observa la caza del lobo. Siente que mis uñas la alcanzan. Se clavan en su tierna carne, desgarran el músculo, parten el hueso. Siente el dolor. Siente mi rabia. Siente que su vida se le escapa entre mis mandíbulas, manchadas de su sangre, que le devoran el cuello. y muere lentamente, sintiendo mi rabia a cada segundo que pasa en su agonía. Siente el dolor que me han causado los de su raza. Y llora. Lora. Llora de dolor. Y yo disfruto de su muerte.
Siente la caza.
La caza del lobo.
El fin de los hombres.

sin ordenata!!

Mi hermana y mi padre se mudan y se llevan este ordenador, asi que me quedo sin.
Ya no me voy a poder conectar, asi que esto se va a quedar bastante muerto...

Cuando vuelva ya lo pondre todo al dia.

Si la rabia es un pecado...

Entonces moriré consumida por él...
Si la rabia es un pecado, que me lleve al averno quien intente arrebatármela.
Y que al infierno me arrastre si es ese mi destino, que me condene a una eternidad de tinieblas, de dolor y de sufrimiento, si es ese su deseo. Aun así no conseguirán acallar mis gritos.

Que me envíen a un páramo desolado, que me abandonen en medio de la soledad, pero el eco de mis palabras resonara para siempre en sus mentes. Por muy lejos que me lleven no conseguirán aplacar las pesadillas que invocarán sus vacías mentes al recordarme...

Las crónicas del cuervo. El enviado del diablo. Cap 1

Aqui os dejo el primer capitulo del primer libro de esta saga, el prologo del mismo está mas abajo,
Este capitulo era diferente, y tambien tenia el segundo. Aun asi no me gustaba nada como estaba escrito, asi que los he borrado los dos, y he vuelto a empezar.

Aqui teneis la direccion del blog donde publicare todos los capitulos, escribo mi libro directamente ahi.
http://cronicas-cuervo.blogspot.com/

Y aqui teneis el principio de este capitulo. Espero que lo disfruteis, a pesar de estar inacabado, ya que todo lo que escribo lo hago para que vosotros, los que leeis mi blog, disfruteis con ello ^^


El Enviado del Diablo

Libro primero

''Cuando se quiere a alguien con esta intensidad, con esta absoluta dependéncia y esta incondicionalidad, entonces eres capaz de seguirlo hasta la misma muerte si és necesario, hasta ese lugar donde todo, menos el amor, pierde el sentido que tenia en vida. Cuando quieres asi no atiendes a razones. Cuando quieres asi a alguien que no conozes, entonces puedes llegar a bagar por todo el mundo con la unica esperanza de volver a ver su rostro, su mirada...''

Capitulo primero- sueños y pesadillas

Me desperté abrumada, palpitando mi corazon a un ritmo frenético. Me levanté del lecho y caminé hacia la ventana. Aún no habia amanecido.
Observé atenta el paisaje que se dibujaba al otro lado de mi entreabierta ventana, intentando vislumbrar algo que se pareciese a la naturaleza. No encontré nada, la ciudad me agobiaba.
Ante mis ojos se dibujaba una imagen fantasmal, los rectos edificios, grises, se elevaban hacia el cielo en un vano intento de superarlos en altura. La luna llena los bañaba con una luz plateada, mágica, y el silencio penetraba en el corazón como una daga afilada. Ese era mi peor enemigo, ya que cuando se materializaba, podia ponerme a pensar en cualquier sentimiento oscuro, y acabar hundiendome en un remolino de tristeza y de dolor. Eso era lo último que necesitaba en ese momento, asi que fui hacia mi mesa y puse un CD en la cadena, con el volumen tan bajo que apenas alteraba el ambiente. Pero para mi eso era suficiente, con escuchar un leve sonido, ya desaparecia todo rastro de pensamiento de mi mente. Ahora que el silencio habia desaparecido, me tumbe en mi cama, mirando al techo, e intenté absorver cada nota de la bella cancion que mis oidos a duras penas conseguian captar.
Aun asi mi mente se la sabia de memoria, y aunque no la escuchara del todo bien, ella se ocupaba de rellenarla dentro de mi mente, y amplificar su sonido en mi cabeza.
Mientras que fuera de mi habitacion nadie la escuchaba, y dentro tampoco, mi mente la percibia como si estubiese a máximo volumen.
Muchas veces hacia trucos como ese, cuando por la noche me despertaba y no queria que nadie se despertara con mi musica.
Nunca le dije a nadie que podia hacer eso, me tacharian de rara, si no lo habian hecho ya.




---proximamente mas------

Silencio...

Es en la negrura donde habito, en la soledad de un triste corazon...
En un lugar en el que los tenues rayos del sol no alcanzan a transpasar los nubarrones del cielo.
Un lugar donde la luz rehuye a la mirada, temerosa de ser vista...
Un lugar en el qual el miedo es casi palpable, material.
Un lugar donde el odio no se puede expresar, donde los gritos se desvanezen en el infinito sin nisiquiera haber resonado...
Un lugar en el que la expresion no existe, en el que solo hay dolor, terror y angustia...
Me hayo en un lugar en el que la voz es un sueño inalcanzable, y el odio una realidad dura como la roca...
Un lugar en el que los ojos son un espejo de la tristeza, donde el rostro es la viva expresion del dolor...
Un lugar en el que los gritos sordos luchan por salir de una garganta muerta...
Un lugar en el que reina la muerte, la muerte en la vida...
La muerte que esclaviza, que roba almas... Que hunde al espiritu en un torbellino de odio, de maldad, de desesperacion...
Que las destierra a un páramo sin color, un lugar oscuro como la nada...
Un lugar donde no puedes ver, no puedes gritar, no puedes oir... un lugar donde te sientes solo a pesar de estar rodeado de entes... De gente que vive inmersa en una realidad inventada...

Un lugar olvidado... Abandonado por la memoria... Por el mundo...
Un lugar del que solo se es consciente cuando se esta en silencio, cuando se intenta escuchar esa voz interior... Ese grito sordo... Esa rabia que desea salir... Que intenta resquebrajar el corazon en un intento de escapar de su prision... que intenta con todas sus fuerzas ser conozida, que la recuerden, que la teman...
Pero no puede escapar, y se acumula... Se acumula dia a dia hasta que llegue el tiempo de su salida, de su explosion, de ser conozida...

Un solo sentimiento...

Nostalgia.
Nostalgia al ver la luna, al sentir el viento sobre mi piel...
Nostalgia al observar las estrellas, su parpadeo constante...
Nostalgia al pensar en lo que he perdido, en lo que no volvere a encontrar...
Al pensar en esas cosas que se quedaron atrás, en aquellas cosas que me acompañaron en mi camino y que, de golpe, desaparecieron sin más...

Es nostalgia lo que siento cuando invoco recuerdos a mi mente, recuerdos de un pasado no tan lejano, en el que pude ser feliz en el seno de la tristeza... Cuando pienso que perdi todo aquello que queria, que amaba, y que ahora me toca avanzar en soledad por el nuevo camino que se abre ante mis pies...

Pero cuando pienso en el futuro, es esperanza lo que siento, solo ese sentimiento. Esperanza por saber que tengo toda una vida por delante, que puedo conseguir todo lo que me proponga. Esperanza por saber que encontraré vida en mi camino, y que esas almas que encuentre serán mis nuevas acompañantes durante un tramo, y que mas adelante, encontraré más...
Esperanza por saber que nunca estaré sola, que siempre tendré alguien a mi lado, que me apoye, que me quiera....

El enviado del Diablo

Las crónicas del Cuervo



El enviado del Diablo

Prólogo


Un sueño. Eso fue lo que me cambió la vida por siempre, un simple sueño.
Un sueño envuelto en el misterio, oculto en la tiniebla. Un sueño oscuro en el cual un hombre estaba encerrado sin ninguna reja que le barrara el paso. Se hallaba inmerso en un mar infinito de niebla, con la simple compañia de un retorcido árbol quemado, y su voz.
Lo vi por primera vez una noche sin luna, quedandome dormida escuhando Unintended, de Muse. Su voz de ángel y su falsete perfecto me hundieron rapidamente en la negrura, conduciendome hasta ese personaje que tan facilmente podia aportar el cuerpo angelical a la bella canción. Y él me cantaba, me cantaba la melodia con distintas palabras, contandome su historia, implorándome mi ayuda. Deseando que le salvara de la oscuridad eterna. Y yo no supe que responder, yo no estaba en ese sueño. Él era el unico, el bello ángel entristecido y capturado, sin alas para poder volver a volar y asi escapar de su pesadilla. Un ángel caido, con su belleza impactante. Su bellisimo y pálido rostro se hallaba oculto tras una máscara indiferente, pero esa eficaz tapadera no era capaz de llegar hasta sus ojos. Dos enormes pozos negros y profundos, bañados por una soledad inimaginable, rompian la perfección de su rostro. Todo él brillaba bajo una luz inexistente, su cabello, negro como el carbón, su piel, extraordinariamente blanca y tersa, suave y fría como el hielo. Y de nuevo su mirada, me provocaba escalofrios, la manera en que notaba cómo me traspasaba, a pesar de que yo no estaba presente. Y con los últimos acordes de una canción desconocida, su boca se curbó en una sonrisa maliciosa, pícara, y sus ojos se tiñeron de curiosidad, diversion y maldad. Entonces, cuando la cancion terminó, una rafaga de aire elevó la densa niebla, y cuando esta volvio a arrastrarse por el suelo, él ya no estaba, habia desaparecido.
Cuando desperté no podia quitarme esa mirada de mi mente.